Más que una foto: el día que entendí que vivir es más importante que capturar

Más que una foto: el día que entendí que vivir es más importante que capturar

Esta foto que ves aquí no es solo una imagen bonita.
Es el resultado de una de las batallas internas más duras que he librado.

La tomé en la Montaña de los 7 colores, en Cusco, Perú.
Llegar hasta este punto fue un desafío enorme: el famoso “soroche” (mal de altura) me golpeaba cada diez pasos.
Caminaba un tramo, me sentía desmayar, me agachaba para recuperar algo de fuerza, y seguía.
En mi mente solo repetía una y otra vez: “Esto tiene que valer la pena. Yo puedo. Viajé desde tan lejos para vivir esto, no voy a rendirme ahora.

Cuando llegamos a un primer punto para visualizar la montaña, sentí una pequeña decepción.
Había demasiada gente amontonada, y eso mataba un poco la magia que esperaba encontrar.
No vine hasta acá para ver un tumulto: vine a ver un espectáculo natural.

Vi una opción: una subida más empinada, más solitaria, más difícil.
Mi familia decidió quedarse abajo — el mal de altura era brutal — pero yo sabía que necesitaba algo más.
Así que seguí solo.
Tres escalones… parar.
Otros cinco… parar.
Cada paso era una pelea con mi cuerpo y una conversación interna con mi mente.

Pero valió la pena.

Cuando finalmente llegué al mirador más alto, no solo vi la Montaña de los 7 colores en todo su esplendor, sino que también se desplegaron ante mí montañas nevadas majestuosas, un paisaje que parecía de otro planeta.
La energía que se siente ahí arriba es difícil de explicar.
No es solo la belleza: es la satisfacción de haber llegado donde muchos se rinden.

Ese día reforcé una de las lecciones más importantes que me ha dejado viajar:
La verdadera fuerza no está en las piernas, está en la mente.
Cuando entrenas tu cabeza para decirte “puedo“, “voy a lograrlo“, “un paso más“, tu cuerpo responde, y tus sueños también.

Hoy guardo esta foto no como una postal turística, sino como el recuerdo vivo de que siempre puedo ir más allá de mis propios límites.

Y tú, ¿qué montaña estás listo para conquistar?

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