En un condado de Columbia, Pensilvania, ubicado al Noroeste de Estados Unidos se encuentra Centralia; o mejor, lo que queda de este pueblo. Este condado un día llegó a ser una próspera ciudad minera la cual terminó siendo un pueblo fantasma cuyo subsuelo arde a una temperatura de más de 700 grados centígrados.
Acerca de Centralia…
Esta ciudad tuvo existencia desde 1841, cuando poco a poco dio a lugar a un pequeño comercio hasta que con el tiempo se fue formando el condado con casas, establecimientos comerciales, escuelas, iglesias y una próspera industria del carbón, la cual se convirtió en la principal ocupación de la comunidad.
Hasta que en 1962, fue precisamente el carbón la causa por la que el pueblo ha estado incendiándose durante más de medio siglo.
¿Cómo empezó todo?
El gran incendio inició en un vertedero de la ciudad, ubicado imprudentemente dentro de una fosa de una mina abandonada. Según la versión principal el fuego inició por la quema de basura que se daba en este lugar, en donde accidentalmente el fuego encendió una veta expuesta al carbón y se expandió por todas las minas situadas debajo del pueblo, en total unos 13 km.
Durante varios años, varias organizaciones científicas intentaron apagar el incendio sin resultado alguno, ya que este había afectado el subsuelo de todo el pueblo, y así sería muy difícil dar fin a algo tan grande y ubicado a tantos metros de profundidad.
Centralia hoy en día
Un fuego subterráneo iniciado de forma accidental hace 60 años, obligo a las autoridades a comprar la mayoría de las casas para así reubicar a sus más de 1.000 habitantes en zonas aledañas a Centralia. En total fueron destruidas más de 500 casas y cientos de familias despojadas del lugar, ya que al cabo de un tiempo muchas de estas personas se vieron afectadas por la inhalación de monóxido de carbono producido por este siniestro accidente.
Sin embargo, no todas las personas abandonaron el lugar. Para sorpresa de muchos aún quedan 9 personas habitando el pueblo fantasma, estas 9 son las pocas personas que asisten a la misa de cada sábado en la noche que se hace en la única iglesia que quedó en Centralia, son las únicas 9 personas que dicen continuar en este pueblo hasta el fin de sus días, pues al parecer es el único lugar en donde quieren estar, así este parezca que arde como el infierno.
Según estudios científicos Centralia tiene carbón para arder por 250 años más, y hasta entonces dejará de hacerlo. Así que el destino de los residentes que aún habitan allí es incierto.
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